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INTERESANTE 2017
LIBERACIÓN Y EMOCIÓN
POR PARTIDA DOBLE
Por Stephanie Mercado
Llegó el gran día: una vez más los huéspedes del quien se mantuvo cerca del cerco, se movió para Dorado y Toa
Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Baja y continúa en libertad.
Rico regresarían al mar. Aramaná, un macho que fue rescatado en el 2011 en el
balneario de Dorado con aproximadamente una semana de
El momento resultaba doblemente memorable y emotivo.
Aquellos técnicos y voluntarios que se amanecieron y nacido, llegó al Centro con 43 libras y medía tres pies con siete
desvelaron para rehabilitar a los manatíes Yuisa y Aramaná, pulgadas. “Se rescató y fue bastante fuerte su rehabilitación”,
iban a ser testigos y partícipes de su retorno a las aguas del explicó Tamara Alejandro, coordinadora de rehabilitación. La
Atlántico. Las emociones de muchos de los responsables de recuperación de Aramaná, que describen como más huraño,
la operación estaban a flor de piel. No era para menos, los fue más lenta debido a que llegó desnutrido, golpeado y con
habían amamantado durante el primer año de rehabilitación el sistema digestivo débil debido a la intolerancia a la leche.
para después alimentarlos y consentirlos. Varias veces le cambiaron la fórmula de leche hasta que dieron
con una que toleró. Actualmente tiene cinco años y pesa cerca
Además del esfuerzo, la operación llamada “Regreso al mar” de 500 libras.
de los dos manatíes fue todo un acontecimiento histórico. En
los 26 años que lleva el programa de rescate, rehabilitación Yuisa, la menor de los dos, llegó en 2013 cuando fue rescatada
y liberación de los manatíes en Puerto Rico, por primera vez de la poza La Chatarra en Loíza. Tenía una semana de nacida,
dos especímenes de una especie en peligro de extinción pesaba 73 libras y medía cuatro pies con cuatro pulgadas. Hoy
regresaron simultáneamente a su hábitat. tiene tres años y pesa aproximadamente 650 libras.
La rehabilitación de Yuisa y Aramaná tomó más de tres años
en el Centro dirigido por el doctor Antonio Mignucci. La La rehabilitación de Yuisa y Aramaná
magnitud del acontecimiento hacía recordar a la liberación tomó más de tres años en el Centro
del manatí Moisés 22 años antes, momento importante
en la memoria colectiva del puertorriqueño y que cautivó, dirigido por el doctor Antonio Mignucci.
como nunca antes, la atención de la ciudadanía y aumentó
entre niños, jóvenes y adultos el nivel de conocimiento y
concientización sobre el manatí y su riesgo de extinción. Sobre su llegada, Carly Rivera, coordinadora de rescate del
Centro, recordó que “Tony me llamó desde un viaje que
La nueva aventura comenzó para los manatíes el 13 de julio de tenía en Nueva York y me dijo; “Carly, tienes bebé en Loíza,
2016, cuando fueron liberados en un área natural, protegida ve a buscarlo y me dejas saber su condición”. Tony es el
por un cerco bajo el agua en Punta Salinas, Toa Baja. Para la doctor Mignucci, quien además de dirigir el Centro tiene un
liberación contaron con numerosos recursos y voluntarios, doctorado en oceanografía biológica y es técnico veterinario.
entre ellos la Guardia Nacional, que proveyó camiones Le ha dedicado su vida al estudio y conservación de esta
especiales para su transporte desde el Centro en Bayamón especie en peligro de extinción.
hasta Punta Salinas.
Cuando Carly llegó a la poza donde se encontraba Yuisa,
Yuisa y Aramaná deberían permanecer en el área protegida se acercó a ella y la tomó en sus brazos como a un bebé,
por seis meses con el propósito de adaptarse a las condiciones según lo aprendido durante seis años en el Centro. Yuisa
del mar y aprender a buscar sus alimentos. Sin embargo, las inmediatamente comenzó a buscar leche. Ese rescate fue
“marejadas de los muertos”, un fenómeno climatológico que el primero que realizó sola, lo que cataloga como una
usualmente se da a principios de noviembre, comenzaron un experiencia de mucho aprendizaje.
poco antes de lo previsto. La fuerza de las marejadas soltó
la cerca submarina que mantenía a los manatíes en un semi- “Los bibis con ella eran bien peculiar, se quedaba dormida
cautiverio. Aramaná, el más atrevido de los dos, salió del área, tomando leche”, recordó Carly sobre lo que fue alimentar al
exploró las costas de Toa Baja, Cataño, Guaynabo y San Juan; manatí en la primera etapa. Cuando la movieron a la misma
pero, a finales de diciembre, se descubrió que había bajado piscina con Aramaná, el personal tuvo que hacer ajustes
demasiado de peso, por lo cual se ganó un pase nuevamente porque se tardaba más en comer y Yuisa aprovechaba para
al Centro para unos meses de alimentación. Mientras, Yuisa, comerse la porción que le tocaba a él.
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